A medida que el equipo se hace más antiguo, su estado y rendimiento pueden disminuir. Si observas alguno de los siguientes signos, puede que sea el momento de considerar pasar a un nuevo PC.
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La seguridad de tu PC no está actualizada y el equipo no puede obtener las últimas actualizaciones. Visita Obtener la última actualización de Windows para obtener más ayuda.
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El ventilador del EQUIPO funciona con frecuencia o causa mucho ruido.
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La batería no dura tanto como antes.
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Sueles encontrar errores de PC, por ejemplo, pantallas azules o negras.
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El equipo tarda mucho tiempo en iniciarse o apagarse.
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El equipo tarda más tiempo del que solía realizar las tareas comunes. Por ejemplo, puede que se tarde más tiempo en abrir aplicaciones o en ejecutar varias aplicaciones al mismo tiempo.
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El PC tiene poco espacio de almacenamiento.
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En el Administrador de tareas, siempre se ve un uso elevado de CPU, memoria o disco.
Para revisar el estado y el rendimiento de tu PC, también puedes usar la aplicación Comprobación de estado del PC.
Qué puedes probar si observas un rendimiento deficiente del equipo
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Te recomendamos hacer una copia de seguridad de tu PC Windows para mantener protegidos los archivos, la configuración y la información importantes. Hacer una copia de seguridad de tu PC también hará que sea más fácil pasar a un equipo nuevo. Para obtener información sobre cómo hacer una copia de seguridad de tu PC, consulta Hacer una copia de seguridad de tu PC Windows.
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Si el equipo funciona con lentitud, consulta Sugerencias para mejorar el rendimiento del PC en Windows.
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Para encontrar un equipo adecuado para ti, consulta Encontrar tu nuevo PC Windows.
